los enanos

de regreso a su apartamento, después de haber terminado su bebida, mark bajó sus escaleras a oscuras y paso por la sala. se quedó de pie junto a la ventana de la cocina mirando el jardín. cada vez mas oscuro bajo la lluvia, el jardín tiritaba. la lluvia golpeando de lado los arbustos, oscurecía las hojas. no había cielo. vio un gato colarse a rastras bajo la cerca y cruzar el césped dando saltos hacia el arco del lilo. lo siguió con la mirada. no volvió, ni se reveló con ningún movimiento si todavía estaba en el jardín. mientras las escotillas de oscuridad se cerraban a su alrededor, mark siguió grave en el cuarto silencioso. miraba afuera, por la ventana, cómo iba cerrándose la noche, hermética. durante el anochecer, tan rápido como completo, la lluvia caía negra, y el follaje se volvía parte de una masa, y el jardín un anónimo retroceder, y encontró por fin para observar, sólo el tenue reflejo de sí mismo en el cristal, en el primer plano de la oscuridad, llevado por una débil luz de lámpara desde mas allá de la puerta principal, mitigándose al avanzar por todo el apartamento, por todas las puertas dejadas abiertas. la lluvia caía ahora con un rumor sordo, consumiendo el silencio, y, en su movimiento constante, sacudía la oscuridad que, a su vez, ocultaba la lluvia, las paredes emitían su sonido, el techo cedía, la habitación elevaba su grito, gigantesco y enorme tal como fue creada la noche, y el se sentó, prisionero, de cara a la escalera.

harold pinter
(1930-2008)

este texto lo he escogido como pequeño homenaje, proviene de la única novela de pinter, llamada "los enanos",la tome prestada para un curso que tomare la siguiente semana de roy hart, empieza el año con un par de buenos cursos, el siguiente será otro de combate escénico, ya les platicare y subiré fotos de como va la cosa...